Sin ayuda, este libro no sería posible.
En primer lugar, de no ser por la intervención de Víctor Ruiz, Eugenio Tuya nunca me habría tenido en cuenta para escribirlo, así que gracias, Víctor. Y gracias también, Eugenio, tanto por darme esta oportunidad como por ampliarme una y otra vez el plazo de entrega. Lorena, gracias por revisar el material y asegurarte de que todo estuviese en perfectas condiciones. No sería justo si no le diese las gracias también a todos aquellos que, sin conocerme personalmente, han trabajado en este libro: revisores, maquetadores, encargados de imprenta, distribuidores: gracias a todos. Y a los que olvido mencionar, mis disculpas y mi sincero agradecimiento.
Durante un tiempo intenté que este libro estuviese prologado por una celebridad dentro del mundo de Visual Basic. Por desgracia, no fui lo suficientemente convincente (quizá en otra ocasión, ¿eh, amigo?). Me gustaría darle las gracias a Eduardo Gutiérrez por la ayuda que me prestó, revisando mis misivas para que estuviesen escritas en el inglés más correcto posible.
Miro hacia atrás y me doy cuenta de que, sin la ayuda y la confianza de muchos otros no estaría aquí. Mi primera oportunidad en este apasionante mundo la tuve a través de Jorge Morera, que me puso en contacto con Julián Casas, Joaquín Suárez y José María Delgado. Gracias, de corazón.
También tengo que dar las gracias a Grany por el enorme esfuerzo que ha hecho durante el tiempo que he estado escribiendo estas páginas, soportando el peso de la casa y el intermitente humor de un servidor. Y he de pedir perdón al pequeño de la familia por el tiempo que este libro le haya robado. Ha merecido la pena.
Por último, gracias a todos los que lean este libro. Primero, por la atención prestada. Y segundo, de antemano, por saber disculpar los errores que pueda haber cometido.